El ser madre es uno de los más grandes honores que puede ser dado a la mujer. Es un llamado divino y uno de los más sagrados servicios que Dios ha conferido a las mujeres, la tarea de la madre en el hogar es insuperable. No tiene precio, ni puede medirse con nada. Desde el momento en que aceptó este gran encargo de manos del Señor, su vida cambió.

Por esta razón, cómo no celebrarla, agasajarla, retribuirle, aunque ínfimamente, en un día, todo lo que ella nos da los 365 del año. El segundo domingo de mayo ha sido señalado para tal celebración; es así como el día viernes, 06 de mayo, nuestra institución le rindió un merecido homenaje a todas las madres Komenskystas en el que nuestros alumnos, sus hijos, hicieron gala de un despliegue de actividades, motivados por sus sentimientos y, por supuesto, con el apoyo y supervisión de sus maestros, quienes con mucho cariño encaminan todas sus inquietudes y deseos laborando hermosos trabajos, “detalles” que fueron entregados ese día cargados del inmenso amor a sus progenitoras. También demostraron su talento y habilidades participando en una actuación en la que, la madre Komenskysta, recibio un sin número de sorpresas: dramatizaciones, bailes, canciones de sus hijos y de invitados especiales que la institución trajo para el deleite de todas, así como obsequios que la Promotoría les otorgó en reconocimiento a tan loable vocación y agradecimiento también por sus muestras de confianza y responsabilidad ante la labor desarrollada en esta alma mater.